Los poros de mi piel se abren al frío,

La cabeza adorna.

Me pierdo, incomprensivamente,

Corazón trisado.

Cielo caído, suelo resbaladizo…

Trató de seguir cuesta arriba, contigo.

El frío invade la lengua

Retuerce mis huesos,

Reabre una herida.

El todo más bello de mi vida,

Haz que me pierda…

Ya no más en mi… en ti…

Sólo quisiera poder cazar un sueño, extender nuevamente su sustancia por las venas, sólo quisiera poder alcanzar un sueño y aunque sea breve, sonreirle. Siempre fui quimérica, atolondrada y risueña, la vida me va apagando... comienzo a preocuparme. A veces desespero y otras me enveneno, a veces no controlo y otras doy paso a la inconsciencia. Quisiera poder alcanzar sólo un sueño, para dar sentido a los colores, un sueño que sea como una estrella y me mire desde el cielo.

Buscando en la penumbra algún rastro
husmeando por todos lados,
pero las sombras se borran
y todo queda en bromas.
La sustancia se va diluyendo,
la soledad de los recuerdos
se hace cada vez más pesada
y la muerte es tan inherente
que hasta ya casi ni me cuesta olerle.
Los estragos que dejan los errores
no los borran las caricias...
ni menos aún las fantasias,
porque se puede reir muchas veces...
sin sentir.