viernes, 23 de abril de 2010


Si corres es probable que te cueste reír y volver...
soberana interrumpida.
Un corazón vaciado sobre la cocina

desolado en un vaso

tirado, rebotando sobre su rostro...

Delicioso reverso.
¡CORRECCIÓN! esa eres tú, no ella.

Revolviste la hormona
y un poco de neurona,
lloraste sangre por el ombligo,
pisaste esa mesa, caíste y volviste a caer,
pero te aburrió esa media tarde bajita,

el volumen cerebro-musical aumenta,
y necesitas su cuerpo grande.