sábado, 13 de marzo de 2010

Fragmento minúsculo de pensamiento...


Tu equilibrio emocional se ha ido distorcionando con los años, nunca terminas bien y siempre empiezas todo mal... y ya sabes como terminará toda esta historia. El sin fin de veces que haz hecho llorar, es el karma que te persigue y desencadena en tus propios ojos. Cada vez que das un paso, retrocedes dos, porque quizás naciste algo estúpida. ¿De que te sirve tanta teoría si cuando la necesitas se evapora?, reutilizar las hechos pasados, sería una buena forma de llevar a cabo la experiencia... tú vida no puede seguir patinando. El vaivén del corazón no puede seguir manejando la angustía que te rodea. El problema que tú tienes se llama amor, o tienes mucho o nadie te conforma. El drama surge cuando las voces que rondan tu cabeza comienzan a darte lecciones de moral, qué moral... Después de todos estos años viviendo en la injusticia al lado del diablo, ya no existe moral establecida, todo se rige por otros canones, una ley emocional muy diferente a la del resto. Si las luces se apagan, puedes volver a encenderlas, pero no es igual... el lapso de tiempo que se perdió ya no lo puedes volver a recuperar... por más relativo que sea el paso del tiempo... es lo único que te controla... es lo único que pierdes, es lo único que te marca las arrugas en tu rostro, para que la próxima vez que te mires al espejo veas cuanto tiempo estás perdiendo... Creo que dejando las moralidades a un lado, es hora de vivir tú vida. Podrías dejar de pensar en no querer dañar, ya lo haz hecho bastante, quizás podrías dejar de pensar banalidades, y comenzaras a desplegar más la mente, hay muchos más sueños que el amor.

¿Rumbo?


Hay curvas que no quieres esquivar,

porque no quieres...

ASÍ ES TU VIDA.

Conoces todos tus pecados

por eso volveras a partir...

MAL PARADA.

Tanto tiempo pensando

te acortó la vida

por eso aún sigues fluyendo,

SIN DIRECCIÓN.

martes, 9 de marzo de 2010



El olor se expande con

putrefacta dulzura...

cierras los ojos y todo se apaga.

Sin poder escuchar sus pasos

absorves un poco de miedo,

escandaloso placer.

Ella nuevamente se descontroló

y lo ocultó,

Ella nuevamente se descontroló

y lo purgó,

porque cuando cierras los ojos

no hay nadie.

Sin volver a creer,

sólo mueres un poco más.

Allá lejos brilla la luna

entre miles de fantasmas.

Sonries al conocer el mal

sin fuerza, ni corazón.
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