Innumerables veces lo haz pensado...
y te haz quedado en intentos burlescos.
Incontables veces lo ahogaste en vasos,
ladeados por la gravedad, por el aroma intenso.
Toda se va a la mierda
destructiva de tu boca en rechazo,
de tu escape inminente...
porque la puta nació esa noche.
Calles, espejos, el reflejo de mi ser
ahorcando los sueños.
El sexo cuelga sobre mi cabeza,
regalándome intensas vacilaciones
llenas de estupor,
mientras observo lo que creo es mi absolución.
Bastan sólo unas horas para la destrucción...
pero aún así guardas esa intensa esperanza
sacada de la nada, donde ruegas por el perdón...
de esa mente empequeñecida por los pocos años,
por la avaricia del alma, por la inconsciencia del yo!
Vuelve a dormir, vuelve a ese frío,
del no recordar, del sin sentido.
Sin recuerdos no hay actos, sin recuerdos no hay actos.
El abandono duele más cuando es
perfectamente loable...
Desde el fondo del abismo, sin clamar...
ojalá cayera tierra... para tapar.