martes, 3 de noviembre de 2009

Sin rumbos


El camino se cortó
y se rompió en pedazos,
el rumbo que tardaste años en trazar
fue inscrito en aquellas
actas de defunción precipitada
tan fatales e irreprochables.
No quedan armas,
porque ya no puedes obligar,
te apagaron el alma
sin pagar a cambio un poco de lágrimas...
sin un poco de tu vida,
sin un poco de ese mundo de a dos...
ya no habrá quien te salve.
Posiblemente te ahogarás...
en esos sueños de papel,
con tu corazón de papel volando
ya en trozos dispersos
e irreparable.
No hay retorno del mundo de los sin alma
no hay retorno a sueños
ni destellos de visiones amables,
callan las voces que te hacen sentir limpia,
se ríen los demonios que te van a rondar
por mucho tiempo, mucho, mucho tiempo.
Sin retorno,
no hay viraje a las sonrisas...
no hay caricias... ya no hay vida.

1 comentario:

  1. No se puede detener el dolor cuando este llena todo nuestro ser ni existe una palabra para disimularlo ni para llevarnos lejos de él, pero esa es la humanidad…
    Si por lo menos un poco de lo que lloramos tuviera un sentido distinto el dolor no sería la carga que todos creen que es, el dolor debería se la fuerza y la señal que nos dice que todavía podemos sentir

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