Extranjera de tu propio corazón, extranjera en tu casa, en tus palabras, en tu cuerpo... las ideas cada vez son mas idiotizantes... El mundo va difuminando la estela de los hechos, las mentiras parecen tan reales que ya nadie podría decir, nadie podría contrariar. Los pasos se borran sobre la arena, el viento juega en tu contra. Las sonrisas se deforman en mejillas rojas y ojos caídos. El valor de la existencia se está reduciendo hasta puntos insostenibles, radical con lágrimas parece una formula perfecta, si es que fueras de piedra. Las palabras atormentan, sólo ahora te das cuenta de su perverso poder de destrucción... el momento obliga a desaparecer... correr, reír, decir... amar... la última vez que el corazón escuche sus latidos... el resto será un sin sentido de vivencias opacas.
¿Todo en orden?
Hace 6 años
Me parece que cuando nos entendemos tan bien con otra persona llega el momento en que nos sentimos parte de "eso" ó "ese proyecto de vida", ser extranjero de nosotros mismos, es ver desde otra perspectiva "eso" que nos ligo a otro...
ResponderEliminarLas palabras no son mentira "la interpretación que damos" es la mentira,
sin embargo, la persona que nos deja no siempre miente, lo que miente "es la interpretación que dimos" a sus palabras, ese momento en que lo nulificamos sin saber para verlo idealizado.
Amy, no se puede consolar por la red,
ni tampoco se debería, por este motivo
solo te puedo decir que escuchar el
latido de nuestro corazón no es sinónimo
de entregarlo
no es sinónimo de aceptarlo
y las palabras siempre tienen algo de verdad
solo que no queremos verlo.
en conclusión: sentir y sufrir no es malo, hacerlo un hábito si!
Espero que pronto salgas del conflicto y veas las cosas sin compenetrar tanto tus sentimientos.
P.D.
Me gusta leerte
Creo que el comentario anterior te lo dijo todo, así que palabras sobran, sólo expresar que también me gusta leerte, no dejes de escribir, saludos.
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